La miel CREMOSA es una miel natural resultante de una mezcla fría completa durante varios días, alternando períodos de movimiento con intervalos de parada. Este nuevo proceso se denomina "cristalización guiada".

 

Con la mezcla, estrictamente fría, pasamos a homogeneizar y romper los cristales naturales que se forman durante el proceso de cristalización. El procedimiento consiste en forzar esta cristalización, simplemente mezclando la miel, reduciendo ligeramente la temperatura del laboratorio, acelerando así la cristalización de nuestra miel, haciéndola CREMOSA.

 

Al final del procesamiento, se obtiene una crema de miel untable sublime, pero por supuesto, con todas las características y propiedades organolépticas originales y con el sabor que reflejará la miel que se ha utilizado.

 

Al final se obtiene una miel CRESA, de cualquier origen botánico, para untar en una rebanada de pan o simplemente para disfrutar con una cuchara. En boca es muy refinado como una crema aterciopelada que acaricia nuestros labios.